Yab-Yum es un término tibetano compuesto por “Yab”, que significa “padre”, y “Yum”, que significa “madre”, y estas palabras se refieren a las deidades masculina y femenina, representadas en una unión consorte. Así, Yab-Yum representa la unión de la sabiduría y la compasión, donde la conciencia pura se encuentra con la energía pura.
En la práctica tántrica, Yab-Yum es el símbolo de la unión divina, es la postura en la que la pareja se une entre el cielo y la tierra, adoptando una postura clásica de meditación, al sentarse entrelazados, frente a frente, en posición de flor de loto.
Esta posición permite alinear el chakra de la coronilla con el cielo (fuerza divina masculina) y el chakra raíz con la tierra (fuerza divina femenina), para facilitar el ingreso a un estado meditativo, propiciando un mayor flujo de energía a lo largo de la columna vertebral y a través de todos los chakras.
De esta manera, no sólo es ideal para la práctica del sexo tántrico, sino que también es la mejor postura para la meditación tántrica en pareja.
Yab-Yum no sólo facilita una gran estimulación y un mayor flujo de energía, sino que también propicia la fusión, la intimidad profunda, la interiorización y el despertar de la ternura y el amor entre los amantes, ya que sus cuerpos están entrelazados lo más cerca posible, de corazón a corazón, fundiéndose el uno en el otro.
Esto permite a la pareja ir mucho más allá de lo físico, incluso más allá de la unión energética o emocional, pues pueden llegar al punto donde no hay nada más que la fusión entre ambos, para volverse uno en todos los niveles.
En la postura tradicional de Yab Yum, la pareja se conecta en su segundo chakra, ubicado en la zona genital; luego, al unir sus frentes, el sexto chakra (el tercer ojo) se conecta con el del otro y se crea un circuito por el que la energía fluye a través de los canales energéticos de ambos, lo cual genera una vibración de resonancia erótica, que es palpable y profunda.
Cómo practicar la postura Yab-Yum
Uno de los miembros de la pareja debe sentarse en el piso con las piernas cruzadas, mientras que la otra persona se sienta sobre sus muslos, rodeando su cuerpo con las piernas y pasando los brazos alrededor del cuello, de modo que queden amorosamente entrelazados.
La mirada es un aspecto muy importante, por lo que pueden aprovechar los momentos iniciales para mirarse intensamente a los ojos, como si trataran de leer lo que el otro siente en su interior.
Mientras se observan, traten de sincronizar el ritmo de su respiración; para esto, ayuda colocar la mano en el pecho del otro, para sentir cada inhalación y exhalación, además de que incluso se puede llegar a percibir el latir del corazón. El uso consciente de la respiración para sincronizar la energía, ayuda a profundizar la conexión y la conciencia de la energía sexual que fluye a través de ambos.
Los besos deben ser apasionados y prolongados, saboreando cada instante y disfrutando de cada sensación en la boca del otro. Mientras se besan, comiencen a balancearse suavemente, mientras sostienen sus brazos mutuamente y, poco a poco, recorran con las manos el cuerpo del otro, suave y lentamente.
Al momento de la penetración, traten de que sea suave y lenta, manteniendo la misma posición del principio, ajustándola de ser necesario para que ambos estén cómodos y puedan entrar al estado contemplativo que se requiere para una conexión más profunda. Pueden utilizar cojines y almohadas para recargarse o sostener las piernas y proteger las rodillas.
Si bien esta postura no permite realizar muchos movimientos y necesita de una fusión especial, facilita una una estimulación constante del clítoris y una penetración profunda, que ayuda a que la energía se libere, recorra los chakras y así el placer se expanda al máximo.
Por otro lado, aunque la mitología y el simbolismo de Yab Yum se basan en los géneros masculino y femenino, es una práctica que también pueden realizar las parejas del mismo sexo; aquí se puede jugar con las energías masculina y femenina, a medida que se expresan en las posturas físicas, alternando quién se sienta arriba y quién abajo en cada oportunidad, hasta encontrar el lugar idóneo para cada miembro de la pareja.
Finalmente, debes saber que Yab-Yum no sólo es una posición para la práctica del sexo tántrico, sino también para la práctica meditativa en pareja, por lo que se puede realizar incluso con la ropa puesta, para tener una conexión profunda con tu pareja a través del circuito energético de los chakras y así canalizar la energía del sexo al espíritu, sin necesidad de actividad sexual física de por medio.
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La posición Yab-Yum es sólo una pequeña parte de todo lo que implican la práctica de la sexualidad tántrica y el Tantra en sí mismo. Si este tema resuena contigo y quieres conocer más acerca de las bases del Tantra, la sexualidad sagrada y las relaciones íntimas conscientes, te invitamos a participar en el retiro Tantra es amor.
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Así podrás tener una conexión con la divinidad que existe en ti y en tu pareja, para experimentar una unión a niveles mucho más profundos e íntimos. Podrás identificar, con desapego y presencia, el poder de la energía creadora que habita en tu corazón y reconocer la unión sexual como un acto de Consciencia.
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