Sat Nam Rasayan se traduce como “relajación profunda en la verdadera identidad”, refiriéndose a la esencia de uno mismo. Es una técnica de sanación ancestral derivada del yoga, que utiliza exclusivamente la conciencia del sanador.
A diferencia de otras prácticas, no se emplean instrumentos físicos ni masajes. El sanador entra en un profundo estado meditativo y se conecta con el receptor, permitiendo que las sensaciones fluyan sin juicio ni interpretación. Esta conexión y conciencia pueden influir en el estado de salud y bienestar del receptor.
¿Cómo se practica?
Durante una sesión de Sat Nam Rasayan, el sanador entra en un estado meditativo profundo. El receptor, por su parte, se encuentra en un estado de relajación. El sanador puede tocar ligeramente al receptor en la cabeza o el brazo, estableciendo así una conexión.
Sin interpretar ni analizar, el sanador simplemente permite que las sensaciones se manifiesten y fluyan. Esta conexión y conciencia profunda pueden influir en el estado de salud y bienestar del receptor. Una sesión típica dura entre 20 y 30 minutos, y al finalizar, es común que el receptor experimente una profunda sensación de paz y tranquilidad.
Beneficios de Sat Nam Rasayan
- Restablecimiento del equilibrio: Ayuda a equilibrar la salud, vitalidad y bienestar de una persona en niveles físico, emocional, mental y energético.
- Reducción del estrés: En un mundo lleno de ansiedad y estrés, ofrece una profunda relajación y ayuda a enfrentar desafíos con serenidad.
- Liberación de bloqueos: Ayuda a disolver bloqueos y limitaciones en el cuerpo, liberando tensiones acumuladas y energías estancadas.
- Estimulación de la auto-curación: Sat Nam Rasayan activa la capacidad innata del cuerpo para curarse a sí mismo, estimulando los procesos naturales de sanación.
- Equilibrio emocional: La práctica aporta estabilidad y equilibrio a las emociones, permitiendo enfrentar situaciones con una perspectiva más clara y centrada.
Sat Nam Rasayan es más que una técnica de sanación; es un camino hacia la autoconciencia y el bienestar integral. A través de la meditación y la conexión profunda entre el sanador y el receptor, se busca alcanzar un estado de equilibrio y armonía que beneficie tanto a nivel físico como emocional. Es una práctica que nos recuerda la importancia de la conciencia y la conexión en el proceso de sanación y bienestar.