Divino femenino (o sagrado femenino) y divino masculino (o sagrado masculino) son términos utilizados en diversas tradiciones espirituales y filosóficas para referirse a la dimensión sagrada o divina de lo femenino y lo masculino; son conceptos importantes en el ámbito holístico y de la espiritualidad, pues son arquetipos cuya unidad es pieza clave para el equilibrio del Universo.
En los diferentes enfoques espirituales y filosóficos, se considera que ambos aspectos, el sagrado femenino y el sagrado masculino, están presentes en todo lo que posee vida, incluyendo a los seres humanos.
Por lo tanto, toda persona, independientemente de su sexo biológico y de su identidad de género, lleva en su interior ambas energías, las cuales deben ser reconocidas y honradas por igual para lograr la armonía, tanto en la vida personal como en el mundo en general, pues su equilibrio es esencial para el bienestar espiritual y emocional.
Características de la energía del divino femenino
Lo divino femenino representa los aspectos nutritivos, intuitivos, receptivos y creativos de la espiritualidad. La energía divina femenina es considerada como fuente de vida, sabiduría y curación, y se le relaciona con cualidades como: creatividad, intuición, sanación, sensibilidad, emotividad, sabiduría y conexión con la naturaleza.
La energía del divino femenino es energía cíclica que se dirige hacia adentro, es reflexiva y es ying, además, está centrada en el corazón y es poderosamente amorosa. Es el aspecto receptivo e interior de nuestra naturaleza y se asocia con la luna, el agua y otros símbolos tradicionalmente femeninos. Se considera la fuente de toda vida y nutrición.
Características de la energía del divino masculino
Lo divino masculino representa los aspectos activos, asertivos y orientados a objetivos. La energía masculina es considerada como protectora, proveedora y guía, y se le relacionan con características como: acción, fuerza, determinación, racionalidad, disciplina y lógica.
La energía del sagrado masculino está enfocado hacia el exterior y es yang. Se considera el aspecto activo y exterior de nuestra naturaleza, y se asocia con el sol, el fuego y otros símbolos tradicionalmente masculinos. Es la fuerza motriz de la creación y la manifestación.
Diferencias entre la energía femenina y masculina
El divino femenino nos llama a SER, hacer una pausa, reflexionar, escuchar nuestra intuición, echar raíces profundas y nutrirnos. Por otro lado, el divino masculino nos llama a la acción, su enfoque está en el HACER, por lo que nos da coraje, dirección, enfoque y la confianza necesaria para tomar riesgos inteligentemente, y así lograr objetivos.
La energías femenina nos impulsa a la creatividad y la intuición, mientras que la energía masculina nos lleva a establecer los límites y la estructura necesarios para convertir esa creatividad e intuición en acciones materializables.
El divino masculino escucha la sabiduría intuitiva del divino femenino y luego actúa con confianza; y el divino femenino genera las ideas, luego confía en el divino masculino para que lo exponga al mundo con confianza.
Ambas energías son mutuamente necesarias y complementarias, mientras que su equilibrio favorece la plenitud, la armonía y el crecimiento espiritual. Al abrazar y honrar ambos aspectos, las personas pueden desarrollar una conexión más profunda consigo mismas, con los demás y con el Universo.
Consecuencias del desequilibrio entre las energías femenina y masculina
Lo divino masculino es la energía que nos permite actuar, tomar decisiones y afirmarnos en el mundo. Sin embargo, cuando la energía masculina está desequilibrada, puede manifestarse como agresividad, dominación y falta de sensibilidad.
Por otro lado, la divinidad femenina es la energía que nos permite conectar con nuestras emociones, nuestra intuición y nuestra capacidad para crear y dar a luz nuevas ideas y experiencias. Cuando la energía femenina está desequilibrada, puede manifestarse como pasividad, falta de límites y exceso de emociones.
Demasiado masculino se muestra como agresión y dominación. Demasiado femenino muestra estancamiento y desempoderamiento. Un equilibrio de las dos energías da como resultado la armonía interior y trae nuevas ideas al mundo. Un desequilibrio conduce a la frustración, el estrés y la impotencia creativa.
La importancia de conectar con ambas energías y equilibrarlas
El objetivo de reconocer y encarnar tanto el divino masculino como el divino femenino dentro de uno mismo es alcanzar el equilibrio y la plenitud. Al abrazar e integrar estas energías complementarias, podemos convertirnos en individuos más plenamente realizados, empoderados y con una mayor paz interior.
En el mundo actual existe un predominio del lado tóxico de la energía masculina, pues se sobrevaloran aspectos como la productividad, la racionalidad y el dominio, muchas veces esto conduce a anular los aspectos más creativos, suaves e intuitivos de la vida.
Esta fuerza masculina que lo domina prácticamente todo no es el verdadero o sagrado masculino que debería guiar naturalmente a la humanidad hacia el honor y la valentía; sino que está impulsado por una profunda inseguridad y miedo, lo que lo convierte en una fuerza despiadada y abusiva que conduce a la guerra, el sufrimiento y muchos otros males.
Cuando encontramos el equilibrio de las dos energías sagradas dentro de nosotros mismos, podemos generar confianza, integridad y convicción, así como mostrar amor y respeto a todas las personas y al mundo en general, pues adquirimos una una conciencia pura y amorosa que nos hace capaces de valorar al entorno y la contribución que cada individuo aporta al mundo.
Por ello, es importante que cada uno realice el trabajo necesario para recuperar el equilibrio interno, pues esto traerá como consecuencia no solo el bienestar y el equilibrio individual, sino la creación de una sociedad y un mundo más armoniosos y justos para todos.
Para lograr el equilibrio de las energías femenina y masculina en nuestro interior, debemos reconocer y sanar el trauma y el dolor, ya que ambos problemas ocasionan que estas energías se estanquen y se desequilibren.
El trabajo interno puede ayudar a resolver esos desequilibrios que afectan la energía, el cuerpo, la mente y el espíritu. Para ello es posible recurrir a terapias de sanación, a la práctica de la meditación, al trabajo de sombra, o bien, asistir a retiros holísticos que te ayuden a conectar con esas energías que habitan en tu interior, para sanarlas y equilibrarlas.
Si te interesa conocer más a fondo el significado del divino femenino y masculino, así como conectar con tu energía interior para sanar, alcanzar el equilibrio y poder vivir con mayor autenticidad y plenitud, te invitamos a ser parte de los retiros The Awakened Feminine Intensive, un taller especial para mujeres sobre prácticas de Divino Femenino y The Awakened Masculine Intensive, un taller para hombres sobre la realización masculina sana.
En ambos retiros se realizará un trabajo interior profundo y tanto mujeres como hombres podrán conocer el poder sanador de la hermandad sagrada para liberar el trauma emocional y el dolor que limita su capacidad de amar y vivir plena y libremente.
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