Al respirar de forma consciente, el sistema nervioso se calma, disminuyen los niveles de cortisol y se propicia una relajación profunda.
La respiración consciente es efectiva para calmar la mente, aliviar la ansiedad y el estrés, y así promover la tranquilidad interior.
La meditación, el silencio y la espiritualidad te ofrecen el antídoto universal para los períodos de desazón, inquietud, agitación e incomodidad.