Es una práctica que implica poner el cuerpo en contacto directo con la tierra para absorber sus electrones y así mejorar el bienestar.
Los espacios verdes y al aire libre ofrecen una oportunidad para la relajación, el descanso, la renovación y la recarga de energías.
Pasar tiempo en la naturaleza tiene muchos beneficios, desde mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés hasta mejorar la salud física y mental.
La naturaleza cura el alma; hay algo en ella que te hace sentir vivo, renovado y en paz contigo mismo.