El solsticio marca el inicio del invierno y representa un momento de reflexión, introspección, renovación y esperanza.
La Navidad posee un significado espiritual profundo, que invita a la reflexión, la conexión, la renovación y la transformación interior.
Es un estado de conciencia elevado que se asocia con la realización y manifestación del amor divino, la sabiduría y la unidad con Dios.
La meditación, el silencio y la espiritualidad te ofrecen el antídoto universal para los períodos de desazón, inquietud, agitación e incomodidad.